lunes, 13 de julio de 2009

Carta a mi hija Glenda:
Te tengo aquí y no estás conmigo. Te tengo aquí, en lo más profundo de mi alma. Y no estás conmigo. Aquí, en mis entrañas, en mis desvelos, en mis sueños, en mis días. Y no estás conmigo.
En cada mañana. En los atardeceres. En el aire que respiro. Y no estás conmigo.
En mis llagas dolorosas, en mi pesar y desvaríos.
Estás aquí y trato de alcanzarte. Detengo el viento entre mis manos para acariciar tu pelo ennegrecido... y no estás conmigo.
Hija. Mi querida, mi amada, mi adorada hija... no estás conmigo.
Estiro los brazos para sostenerte, pero no estás conmigo.
Dime cómo sigo hija! dime cómo sigo si no estás conmigo!

16 comentarios:

  1. Está en tu corazón, en tu alma, en el disco rígido de tu memoria, en tu sangre, sentada en tus ojos. La llevarás siempre en ti. Besos

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  2. celebra los buenos momentos vividos juntas. no se q escribirte: soy mama de una nena de 4 años que duerma a medio paso de mi. la miro y ni intento imaginarme sin ella...

    te estoy siguiendo y espero compartir cosas contigo. llegue a traves de Alfonso

    besos de 2 argentinas en Cancun

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  3. Deseo volver a conectarme con este blog, después de tanto tiempo. quisiera compartir mis experiencias en estos largos años y disfrutar de sus gratificantes comentarios. hoy es mi debut. Espero tener respuesta.

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  4. Hola Anna, mi niña que tenia 4 años cuando te dejé el comentario, hoy está a punto de cumplir 12... increíble, no?

    En Twitter me encontrás como @soy_mama y mi blog sigue siendo http://www.soymamablog.com/

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    1. Qué bueno encontrarte! Ha pasado mucho tiempo ya. Quise retomarlos para que un día, que espero no sea lejano mi nietito pueda leerlo. Ya cumplió 13 años!
      Gracias por contactarte!

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  5. Todos estos años que han pasado, me esforcé por todos los medios para obtener la visita de mi nieto Santiago, los fines de semana.
    Juez, abogado, asistente social, ninguno de ellos pudo lograr el cometido.
    Dentro de todo, la asistente social, se esforzó y puso su mejor buena voluntad para lograr los encuentros, pero como por arte de magia, sucedió que Santi, como lo llamamos aquí, comenzó a decir que no quería vernos.
    Más allá del dolor que nos provocó a mi hija y a mí, este comportamiento, nos llevó a pensar que el nene fue manipulado de tal manera que se vio "obligado" a manifestarse de esa forma.
    Y lo digo con total seguridad, dado que Santi recibió de nuestra parte, mientras vivía su mamita, el Amor más grande que se le puede brindar a un niño.Y él no puede haberse olvidado de eso.
    Los últimos lineamientos judiciales, hacen que el Juez, escuche al niño y procede en consecuencia. Por lo tanto si él arguye que no nos quiere ver, así debe ser.
    Esto es una carga muy pesada para mí y para mi hija Jesica. En la puerta de la habitación donde dormía Santi cuando estaba en mi casa, todavía siguen pegadas sus postales de los mejores partidos de su club de fútbol favorito. Nada se ha tocado. Es como si él estuviera presente.
    O sea, que, he sufrido la pérdida de dos personas amadas.
    Sigo medicada, cada vez menos, pero no porque esté mejor, sino porque no quiero tomar más nada.El dolor es más fuerte cada día. Me he vuelto una persona mustia.

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  6. “Pues aunque el resplandor que en otro tiempo fue tan brillante
    hoy esté por siempre oculto a mis miradas,
    aunque nada pueda hacer volver la hora
    del esplendor en la hierba, de la gloria en las flores,
    no debemos afligirnos, pues encontraremos
    fuerza en el recuerdo,
    en aquella primera simpatía
    que habiendo sido una vez, habrá de ser por siempre,
    en los sosegados pensamientos que brotaron
    del humano sufrimiento
    y en la fe que mira a través de la muerte,
    y en los años, que traen consigo las ideas filosóficas.”



    William Wordsworth

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  7. Les voy a contar lo que me sucedió en una ocasión con mi nietito Santiago.
    Él prácticamente estaba todos los días , yo, no me perdía oportunidad para comprarle siempre un obsequio.Es mañana me fui al centro de la ciudad y recorrí muchas guterías, pero en una encontré libros de toda clase: de aventuras, de ciencias, de cuentos, y hasta de historia, fue así que encontré uno que me encantó, ya que se trataba de la evolución de los dinosaurios y sus rutinas alimentarias.
    sin dudar, lo compré, pero dado el alto costo, tuve que recurrir a la tarjeta y hacer el pago en tres cuotas.
    Salí del negocio con una amplia sonrisa y el corazón inflado de entusiasmo.
    al llegar a mi casa, entro con el bolso en la mano. Santi estaba con su mamá y su tía y yo totalmente alborotada le dije: mirá lo que te trajo la abu!!!!!, a lo que el niño me miró, miró el bolso y con voz muy pausada me respondió:ESPERO QUE NO SEA UN LIBRO...

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  8. Hace 3 años mi hija Jesica, contrajo matrimonio con Gabriel. Y hace dos años nació NINA, mi nietita!
    Qué decir! Me tiene obnubilada! Es la reina de la familia. Ya nos tomó el tiempo y se aprovecha de todos! Ya va a un jardín maternal y está aprendiendo a compartir, a guardar, a cantar, y a manejarnos como por control remoto. Yo le muestro las fotos de Glenda y Santiago y le digo que son su tía y su primito. Pero sin oprimir. Sólo de vez en cuando.
    Este cambio en mi vida me ayuda un poco a aumentar el deseo de disfrutar de ciertas cosas que tenía muy adentro de mi ser.
    Ya pondré fotos, cuando le vuelva a tomar la mano a este blog que dejé por tanto tiempo y que se me complica. Gracias por leerme.

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  9. No sé cómo hacer para que la gente se entere que estoy nuevamente en el blog, para que me pueda volver a leer.

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  10. Hoy Santiago cumple 14 años. No lo he visto crecer. Me he perdido tantos momentos, que se me ocurren miles de preguntas para hacerle. Saber sobre todo, si es feliz.
    Saber, por ejemplo, de qué cuadro es. cuál es su comida preferida. Qué juegos le gustan. Quién es su amigo preferido. Qué cosas recuerda de su infancia. Si alguna vez sintió miedo. Si le gustan las comidas saladas o dulces. Si prefiere el verano o el invierno. si se siente satisfecho con la escuela a la que concurre. si viene seguido a Rosario. Si recuerda dónde vivo, cómo y cuánto jugábamos. Si recuerda a sus compañeritos de la salita de 4 en el colegio San José. Si le gustan los atardeceres. Pero sobre todo, si estoy en su corazón. Como él lo está en el mío.
    Sólo espero de la vida que me queda, una segunda oportunidad, para tenerlos en mis brazos y poder decirle cuánto lo amo. Regalarle mil caricias. Acariciar su pelo azabache.
    Regodearme con sus bellos ojos. Cobijarlo en mi pecho y fundirme en sus latidos.
    Feliz cumpleaños vida de mi vida!

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