viernes, 31 de julio de 2009

A Viviana y Sofía

Gracias por alentarme!
Precioso su blog amigas!
Les mando un abrazo.

Espero a Santiago


Hoy es un día frío y gris.
Extraño a Santiago.
Todavía no lo puedo ver, y la espera se prolonga mucho.
Hace ya dos meses y medio que empezaron a negármelo.
Y ya no tengo resistencia para tanto.
Quisiera volver a aquellos días en que jugábamos juntos. Colocábamos los paraguas en el suelo y hacíamos un campamento. Cómo le gustaba! Hablábamos todo el tiempo!
A él, le encantaba saltar en mi cama y yo lo dejaba.
Atrás quedaron los días en que le leía cuentos, cantábamos a dúo, yo me ponía la nariz de clwon y le hacía morisquetas. El me miraba embelesado. Yo lo hacía para que dejara de tenerle miedo a los payasos.
Tengo tantas ganas de abrazarlo! Ese estrecho refugio entre nuestros cuerpos, no era más que una prolongación de mi adorada Glen.
Quizá, a nadie le sea significativo lo que cuento, pero yo me propuse por este medio hacer conocer a mi hija y a mi nieto.
Más de una vez seré reiterativa, pero mis sentimientos quedarán plasmados en este lugar. Es una forma de estrecharme con el pasado.

martes, 28 de julio de 2009

Búsqueda

Por ser docente de un Colegio Salesiano (San Francisco de Sales), y en virtud de un encuentro sobre La Escuela inclusiva, traté de plasmar en un poema lo que despertó en mi ser, la vocación hacia el Sistema Preventivo de Don Bosco, mentor de dicha Congregación. Se me hacía difícil que los objetivos del santo, se pusieran en práctica en este siglo, con las connotaciones que conocemos se desprenden.
Por eso, va aquí, un intento de buscar el hito que uniera sus expectativas con las nuestras.

Búsqueda…

En la juventud briosa, empecinada,
Te busqué sin tregua en los estantes
De una biblioteca desgastada…
El bronce dio señales de una estampa
Más la búsqueda se deba prolongada…
Buscando…buscando…
Pero no te hallaba.
Otrora fue el espíritu viviente.
Colosal espíritu de grandes
De héroes, de furtivos anhelos…
Fantasías quebrantadas.
El camino estaba hecho.
Pero no te hallaba.
Fui trigo maduro en la mañana
Y erguido entre las mieses
Me ufanaba…
Las semilla esparcidas prometían
La tierra ubérrima sus surcos engalana.
En torno, azul de lino, apetecían
A las frágiles avecillas que pasaban.
Permanecí buscando…buscando…
Pero no te hallaba.
Se me antoja un ocaso otoñal,
Casi un mañana, o un presente perfecto,
O una tarde prolongada…
Y allí, muy cerca…desgarbado…
Inocente, tierno, dulce, cual melaza,
En un patio gris de promesas redundantes
Me tendió las manos…
Separó los labios en sonrisa dibujada…
Inclinó la cabeza…me miró a los ojos…
Me entregó el alma.
Y en pretenciosa búsqueda añorada
Buscando… buscando…,
Encontré tus ojos!
Tanta búsqueda agotada!
Encontré tus ojos!
Allí, en la tierna y minúscula mirada!

Mi sencillo homenaje a San Juan Bosco-"La mirada de un niño vale mil miradas".

lunes, 27 de julio de 2009

Alfonso

Hola amigo! No sabés cuántas veces intenté enviarte un comentario pero no lo puedo hacer. Por eso desde aquí te digo gracias por entrar a mi historia de vida! Gracias por darme un pedacito de tu tiempo! Gracias por el empujoncito! Gracias por ayudarme a aprender! Gracias!

Belijerez

Estimada belijerez: leí con atención tus palabras y bueno amiga...es duro, pero tu fuerza es poderosa.
Te cuento algo.
Con mis dos hijas, Jesica y Glenda estábamos todos los días juntas. Las tres disfrutando plenamente el crecimiento de Santi. Teníamos como hábito ir todos los sábados a almorzar al centro, y era la excusa perfecta para que los cuatro nos amemos en armonía. Sobre todo con Glenda íbamos a Fabella y nos medíamos sombreros, bufandas, zapatos y todas las cosas que veíamos por dónde pasábamos. Glenda era adicta a la ropa deportiva y nos tenía de plantón cómo dos horas mientras ella se medía todos los equipos disponibles a su disposición. Santiago aprovechaba y se escondía atrás de todos los probadores, y Jesica y yo esperábamos y esperábamos... tratando siempre de ubicar a Santi.
Eso ocurría sólo un día. Pero el resto de la semana Santi venía todos los días a mi casa. Como yo me recostaba siempre un ratito luego del trabajo, no veía la hora de escuchar los gospecitos que hacía con sus manitas en mi puerta, para salir corriendo a su encuentro.
Santiago, en mi casa era el Rey.
Todo se le daba en abundancia. No sólo en cosas materiales (que no eran tantas), sino en amor profundo. Cuando el preguntaba algo se le contestaba: cómo mi rey? cómo mi cielo? cómo mi vida? y yo le decía: dónde está el amor de mi vida que no lo puedo encontrar? y él, levantando su manita me contestaba: aquí!!!!!
Esto es sólo un pedacito de la vida que yo tenía con mi nieto.
Pero, al partir Glendita, el papá de Santiago no me lo deja ver (él estaba separado de Glenda), así que mi pérdida es doble. El mismo día tuve dos pérdidas: mi hija adorada y mi nieto adorado.
Cómo puedo seguir amiga? Cómo puedo...?

domingo, 26 de julio de 2009

Gracias María!

Gracias María! Un gusto conocerte. Nunca pensé que gente desconocida, me apoye en este duro dolor que voy llevando a cuestas. Realmente no saben lo bien que me hacen y cuán acompañada me siento! Un abrazo amiga

sábado, 25 de julio de 2009

Mi adorada hija Glenda

Conozcan a mi adorada hija Glenda, mi sol.

jueves, 23 de julio de 2009

A Santiago, mi nieto del alma.

Agüita dulce de manatial
Brisa de amacer en primavera
almíbar de mburucuyá maduro
gotitas de miel
aroma de café recién molido
piecitos de almendras
ojitos de carbón
manitas de duende
cabellos de topacio
cajita de música
arlequín de mi infancia
clwon de mi ahora
sonrisa de perlas cultivadas
morisqueta de asombros
ser de mi ser
latido de mis latidos
brújula
océano
glacial
Everest
ecuador de mi vida
Te amo.

Agradecimiento

Gracias Nerina. Gracias Alfonso.
Cuán gratificante fueron sus palabras. Me hace sentir que no estoy tan sola en este grave dolor.
Pese a que me inculcaron ser cristiana desde pequeña, hoy siento que no puedo estar aferrada a ese dios que dicen se llama Amor. Me siento defraudada y como una balsa de bambú en medio de la mar alborotada. Existe un huracán en mi corazón y no tengo coraza. La fuerza impetuosa me arrastra, me tira sobre el lodo, me desgarra la piel, y me empuja. Cada vez más allá. Pero no tengo dónde aferrarme. Y doy vueltas como una marioneta. Y me siento vacía. Hueca. Desmembrada. Como un rompecabezas.

miércoles, 22 de julio de 2009

Tu foto

Me miras
sonríes...
qué plácida tu mirada!
Es cómplice de la mía!
Y me llama...
Allí... dónde estés...
en la lluvia,
en las ramas,
en la brisa del otoño
en la calle,
en la escuela, en sus patios,
en el camino interminable,
y en tus pasos... se agiganta.
En el olor de tus cabellos...
en el abrazo que me calma
en el latido que acompasa.
Es tu foto.
Mi cómplice. Mi alma

lunes, 13 de julio de 2009

Carta a mi hija Glenda:
Te tengo aquí y no estás conmigo. Te tengo aquí, en lo más profundo de mi alma. Y no estás conmigo. Aquí, en mis entrañas, en mis desvelos, en mis sueños, en mis días. Y no estás conmigo.
En cada mañana. En los atardeceres. En el aire que respiro. Y no estás conmigo.
En mis llagas dolorosas, en mi pesar y desvaríos.
Estás aquí y trato de alcanzarte. Detengo el viento entre mis manos para acariciar tu pelo ennegrecido... y no estás conmigo.
Hija. Mi querida, mi amada, mi adorada hija... no estás conmigo.
Estiro los brazos para sostenerte, pero no estás conmigo.
Dime cómo sigo hija! dime cómo sigo si no estás conmigo!

miércoles, 1 de julio de 2009

Con mucho desconocimiento sobre cómo hacer un blog, estoy interesada en desarrollarlo, debido a un cambio abrupto que sufrió mi vida ante la muerte de mi adorada hija Glenda.
Con esto, pretendo inmortalizarla para siempre porque ella estará conmigo en todos mis tiempos.
¿Cómo era Glenda?
Un universo.
Energía, sol, movimiento, disparatada, aprehensiva, semsible, cabrona, dulce, empática, saludable, bufona, sentimental, increíblemente vívida.
Con sus apenas 30 años y un hijo (Santiago) de 6, nos dejó en la mañana del 17 de enero a las 9.30 hs.
Nos colapsó.
Después de una separación catastrófica, Glenda pide a gritos que se la interne en una Clínica psiquiátrica, para poder salir de una terrible depresión de la que según sus propias palabras "no podía con eso".
Le hicieron la aberrante cura del sueño????? y le sobrevino un paro cardiorespiratorio.
Glenda no quería irse para siempre. Quería estar mejor por Santiago. Para que su hijito la viera bien. Y llegó el caos. Santiago y nosotros sin Glenda.
Desde el día de su partida, todavía no sé cómo sigo, o mejor dicho, cómo voy a seguir. Y hoy, 1º de julio he decidido comenzar este camino, para que todos la conozcan y me ayuden a vivir sin ella.
Yo sé que para esto no hay recetas, pero como me gusta escribir, voy a utilizar este medio para estar com ella.