jueves, 23 de julio de 2009

Agradecimiento

Gracias Nerina. Gracias Alfonso.
Cuán gratificante fueron sus palabras. Me hace sentir que no estoy tan sola en este grave dolor.
Pese a que me inculcaron ser cristiana desde pequeña, hoy siento que no puedo estar aferrada a ese dios que dicen se llama Amor. Me siento defraudada y como una balsa de bambú en medio de la mar alborotada. Existe un huracán en mi corazón y no tengo coraza. La fuerza impetuosa me arrastra, me tira sobre el lodo, me desgarra la piel, y me empuja. Cada vez más allá. Pero no tengo dónde aferrarme. Y doy vueltas como una marioneta. Y me siento vacía. Hueca. Desmembrada. Como un rompecabezas.

3 comentarios:

  1. No estás sola. Estás pasando un tiempo de duelo, sólo eso. Lo que hoy no entiendes, el tiempo te lo mostrará, alcanzarás la paz, lo sé.Estás, de alguna manera pidiendo ayuda y la tenés. Escribir es un acto de libertad y te hará bién.
    Yo te abrazo, con mi palabra, con esa experiencia vivida, si bién de otra manera, con riqueza de la verdadera: la espiritual, lo que estás viviendo, se vive como se puede amiga.
    No te mueras con tus muertos.
    Hay mucha gente que te necesita y te quiere bién, lo sé.
    Descansa, eso necesitas.
    Un abrazo

    ResponderEliminar
  2. Yo también soy cristiano, pero el Dios en el que creo es el Dios de la vida. No creo en un Dios que pido y me das. Porque no es así ¿qué padre no querría salvar a su hijo? Si fue El suyo, y murió en la cruz.
    Las cosas no las podemos entender porque queremos dar razones humanas, que son muy limitadas.
    ¿Qué explicación tiene la injusticia en el mundo entonces?
    Estamos sufriendo. Hoy he vuelto a escribir sobre mi hermana. Me ayuda a pasar mi dolor. Y es pasar. Ellos, desde donde estén querrán que seamos felices. Y si nos ven llorar mucho, que tenemos que hacerlo, sufrirán. Algún día estaremos con ellos. Ya nos tocará.
    Mientras, a honrar su memoria y a hacernos dignos de ellos. Ya te decía, la vida no acaba porque ellos no han acabado. Un abrazo, Alfonso.

    ResponderEliminar
  3. Cuando la tormenta nos abraza, abracémonos a nuestro mastil, no perdamos nuestro centro. Es difícil a veces pero morir es trasladarse a una casa más bella, "se trata sencillamente de abandonar el cuerpo físico como la mariposa abandona su capullo de seda". La muerte es un pasaje a un nuevo estado de conciencia en el que se continúa existiendo comprendiendo, y en el que el espíritu tiene la posibilidad de proseguir su crecimiento.
    Comprendo que las palabras no pueden cubrir el espacio tan grande y honde que deja una ausencia querida, sin embargo son la expresión de sentimientos, pensamientos que pueden ayudarnos a proseguir neustro camino.
    Saludos, Bely.

    ResponderEliminar